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Envase y Economía Circular

La economía circular es un concepto económico que se incluye en el marco del desarrollo sostenible y cuyo objetivo es la producción de bienes y servicios al tiempo que reduce el consumo y el desperdicio de materias primas, agua y fuentes de energía. Se trata de implementar una nueva economía, circular -no lineal-, basada en el principio de «cerrar el ciclo de vida» de los productos, los servicios, los residuos, los materiales, el agua y la energía. Es decir, la economía circular propone reaprovechar todo lo que producimos, en oposición a la economía lineal que produce, utiliza y desecha.

Este concepto es especialmente afín al entorno del envase, elemento imprescindible en la sociedad actual y cuyo uso genera en la mayoría de los casos un residuo a tratar. ¿Es esto un problema? ¿Debemos volver a la compra a granel? ¿Prescindir de las ventajas – en conservación de alimentos, por ejemplo –  que supone el desarrollo de la tecnología actual de envasado?… Como siempre la respuesta no es única, ni blanco-ni negro, sino que hay que buscar alternativas que bajo la premisa de reaprovechamiento que promulga el concepto de economía circular nos permita un mayor rendimiento de nuestros recursos minimizando el impacto medioambiental.

Alineado a este concepto, en muchos países europeos, no en el nuestro… 🙁 , se promociona la devolución de las botellas de plástico vacías de bebidas refrescantes a través de máquinas de vending inverso, donde se introduce la botella y a cambio retorna un ticket para canjear en caja… Vamos, el “voy a devolver el casco” de toda la vida, adaptado a los nuevos tiempos.

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Este sistema permite la recuperación de residuos plásticos de PET aptos para la recuperación de plástico de grado alimentario, de mayor valor que el residuo plástico inespecífico y constituye un gran ejemplo de cerrar el círculo económico.

Inspirados en este concepto, y alentados por las oportunidades que puede presentar la incipiente industria de recuperación de plástico de grado alimentario, nos preguntamos por otras formas de recuperación de PET, un material ampliamente utilizado y para el que se han establecido los primeros sistemas industriales de recuperación de plástico apto para posterior envase alimentario. La respuesta nos la da un diseño de Guillén Berazaluce, ecodiseñador industrial, que propone la recuperación de las bandejas-barquetas plásticas de uso tan extendido en productos loncheados, cárnicos… Se trata de una barqueta plástica compatible con sistemas de envasado por termosellado.

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La geometría específica de esta barqueta permite plegarla sobre sí misma tras su uso, de modo que adquiere una forma cilíndrica. Dicho formato es similar al de las botellas plásticas de bebidas refrescantes y por tanto compatible con las máquinas de vending inverso para el retorno del envase utilizado.

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¿Qué os parece la propuesta? Está en fase de prototipo, queda mucho camino por andar, por ello desde esta plataforma invitamos a fabricantes de barquetas, recuperadores de envase plástico, envasadores y fabricantes de maquinaria de vending inverso a formar parte del consorcio para el desarrollo y la industrialización de este nuevo concepto.

 

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