Packaging y Seguridad Alimentaria: ¿son seguros los envases?

Como consumidor, ¿está tan seguro de la inocuidad de los alimentos que consume como del envase que los acompaña?; ¿se cuestiona si los recipientes domésticos para el almacenamiento de alimentos pueden llegar a contaminarlos?, ¿piensa que todos los recipientes son adecuados para el calentamiento en microondas? ¿y para la congelación?… Infinidad de cuestiones nos asaltan cuando nos planteamos que todo alimento que consumimos ha estado o estará en contacto con algún material o envase que lo protege y nos facilita su cocción, transporte., conservación, etc.

Afortunadamente y en términos generales, el nivel higiénico-sanitario actual de los procesadores y/o envasadores de alimentos es más que aceptable puesto que todos ellos diseñan e implementan programas para garantizar estos aspectos en sus procesos. Además dichos programas son controlados regularmente por la administración competente y a parte, de manera voluntaria también son verificados por entidades independientes que acreditan los niveles de calidad y seguridad necesarios (ISO 9001, ISO 22000). No sólo los envasadores, sino que también los fabricantes de envases disponen de sus propios procedimientos para garantizar la aptitud alimentaria de los envases que fabrican que deben observar la el reglamento 1935/2004 que vela por la salud del consumidor en materiales en contacto alimentario, así como las buenas prácticas de fabricación recogidas en el reglamento 2023/2006. Además algunos fabricantes de envases se someten voluntariamente a estrictas auditorías para garantizar la seguridad y calidad de sus envases (IFS PACsecure, BRC/IOP).

Una vez en nuestros hogares, para seguir garantizando la inocuidad del envase debemos respetar las reglas de uso. Es imprescindible respetar las instrucciones de utilización del envase que especifica el envasador para continuar garantizando su seguridad. En el caso de utilizar recipientes domésticos para la conservación y/o cocción de los alimentos es importante verificar la aptitud alimentaria de los mismos comprobando la existencia del símbolo (tenedor y copa) o leyenda que lo acredita, tal como muestra la siguiente figura.

Además, el fabricante debe facilitar información relativa al tipo de aplicación para la cual el recipiente es válido. A modo de ejemplo, la siguiente figura muestra la simbología utilizada por un fabricante para facilitar las instrucciones de uso.

En definitiva, seguir las instrucciones del envasador, utilizar recipientes de almacenamiento doméstico adecuados y seguir las normas de aplicación del fabricante garantiza la inocuidad del envase. Siga estas normas para estar tranquilo en este aspecto y si sigue con dudas, las aclaramos en el blog.

Le invitamos a comentar este artículo y a expresar sus sugerencias, ¿le gustaría mayor detalle acerca de las regulaciones vigentes para asegurar la inocuidad del envase?, ¿interés en conocer las guías para auditar la seguridad y calidad de los fabricantes de envase?… Su opinión es importante!