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Tendencias del Packaging: Sostenibilidad 3R+1

Sustainable Packaging. recycle-reuse-reduce

El desarrollo del packaging actual permite alcanzar todos los retos a afrontar, sin descuidar la rentabilidad de las compañías. Las novedades de todo tipo se suceden a gran velocidad como consecuencia de la aplicación de los nuevos desarrollos tecnológicos generando envases con nuevas funcionalidades adaptadas a las demandas. Envases monodosis adaptados a consumo «on the go», envases más respetuosos con medio ambiente, packaging sensorial…

La necesidad de envasar productos alimenticios, de consumo e industriales de una manera más sostenible y económica, domina la industria del envase y embalaje en todo el mundo. Tanto reducción de costes como de impacto medioambiental, que suelen ir de la mano, se configuran como los principales motores de innovación en la industria del packaging.

Afrontar los retos de la sostenibilidad requiere de estrategias múltiples: diseño para facilitar el reciclaje o el uso de contenido reciclado, reducción de peso, empleo de materiales renovables o biopolímeros, o bien uso de materiales compostables, por mencionar algunos. El principio de las 3R (Reduce, Reuse, Recycle) resume bien estas estrategias… aunque convendría añadir una cuarta R: reinventa!

Reducir: el gran desarrollo tecnológico del sector plástico ha permitido llegar a límites en que el material plástico rígido roza las características de sus homólogos flexibles. Llegados a este punto, la reducción de materiales (y costes asociados) debe centrarse en la reducción de envase secundario y terciario. Un claro ejemplo enfocado en el tipo de estrategia de optimización de materiales vía reducción de impacto medioambiental y económico, es el propuesto en los proyectos PackSavings de RepaQ. PackSavings es una técnica enfocada a encontrar el punto de equilibrio OCB (Optimal Cost Balance) y basada en el análisis de la totalidad de la cadena de suministro de packaging.

Reinventar: En cuanto al empleo de bioplásticos, entendidos como materiales provenientes de fuentes renovables, su incorporación en productos estrella de grandes compañías (Coca Cola, PepsiCo) está facilitando su crecimiento y extensión de sus aplicaciones. La producción global de material bioplástico aumentará más del doble de 2010 a 2015 y se ya se sobrepasa el millón de toneladas/año producidas [Fuente: Asociación Europea de Bioplástico]. El crecimiento del mercado de los denominados productos “orgánicos” también ha contribuído al desarrollo del sector bioplástico. Sería inconcebible que el consumidor aceptara un producto “orgánico” envasado en material “ecounfriendly”. Por ello, el packaging de PLA se ha establecido como la mejor elección en este ámbito. Es de prever que la tendencia de futuro en estas aplicaciones pase a materiales producidos a partir de biomasa de residuos agrícolas y algas, siguiendo la tendencia de las grandes multinacionales.

Reciclar: A pesar del gran crecimiento del mercado de bioplásticos en aplicaciones de envasado, es de prever que aún sea mayor la influencia de los materiales reciclados sobre los próximos desarrollos de packaging. El contenido de reciclado se está imponiendo como claim, va en línea con las estrategias de reducción de residuos y los análisis de ciclo de vida corroboran la minimización del impacto medioambiental asociado al uso de materiales reciclados. Desde el establecimiento de las regulaciones para el uso de polímeros reciclados en envases en contacto con alimentos, el PET reciclado (RPET) mezclado con material virgen está ganando terreno.

Reutilizar: Con total naturalidad, hemos incorporado la reutilización de bolsas plásticas o de materiales alternativos (incluyendo reciclados y recuperados) en nuestra rutina de compra. Lo que parecía una imposición difícil de implantar es una realidad aceptada y practicada actualmente. De manera paralela, se están estableciendo medidas para la recuperación de envases de ciclo de vida superior al monouso. Lo difícil es establecer circuitos de recogida fiables y viables, pero su constitución vale la pena debido al valor del producto que se recupera. Tal es el caso del proyecto Nutri-eco de Nutripack que hasta la fecha ha permitido recuperar 342 Tm de polipropileno y ha evitado 1026 Tm de emisiones de Co2-eq.

Como conclusión, la estrategia 3R+1 responde bien a la adaptación de los materiales de envase en un entorno cada vez más consciente de la necesidad de reducir el impacto medioambiental generado por los residuos de envases con soluciones viables desde el punto de vista económico y social. Así este concepto responde perfectamente a sostenibilidad entendida en el sentido más amplio del término: medioambiental, económica y social.

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