En mayo de 2012, la Organización Internacional de Normalización (ISO) aprobó las nuevas normas relativas a envases y medio ambiente, publicadas recientemente.
El trabajo se inició en 2009, cuando se formó un subcomité ISO relativo a los envases y el medio ambiente para desarrollar normas voluntarias que armonizasen los enfoques para minimizar el impacto ambiental de envases. ¿El objetivo? Ofrecer a los proveedores de envases, propietarios de marcas y envasadores, comercializadores un marco común de requisitos para reducir el impacto derivado del uso de envases.
Así, se han publicado seis normas, alineadas con las normas europeas CEN, dirigidas a promover el desarrollo de envases responsables:
• 18601: El paraguas estándar, que describe los requisitos generales para el uso de las normas
• 18602: Optimización del sistema de envases, incluyendo la minimización de los metales pesados y sustancias peligrosas
• 18603: Reutilización de envase.
• 18604: Recuperación de materiales de envase
• 18605: Valorización de envase vía recuperación de energía
• 18606: Valorización de envase vía recuperación ecológica
Estas normas afectan de manera directa a todo envase comercial, industrial o de uso doméstico y sobre todo a la industria envasadora. Las normas establecen unas pautas para integrar la consideración por medio ambiente en el desarrollo del sistema de envase.
Esta nueva serie no requiere certificación por tercera parte, por tanto, se establece claramente como una guía en el camino hacia el packaging más sostenible. Sin embargo, aunque voluntaria, las normas son prescriptivas. En otras palabras, si una empresa pretende cumplir una norma, entonces debe ser capaz de demostrar que ha adoptado las medidas razonables para cumplir con todos los requisitos.
Es de prever que dos de estas normas en particular, ISO 18602 e ISO 18604, tengan mayor relevancia en industria vinculada al envase. La primera, por establecer un check list para verificar que el envase cumple con las funcionalidades que se le requieren con la cantidad de material adecuada; la segunda por incluir una visión general de las sustancias principales de embalaje, materiales, y componentes que podría crear problemas en recogida y clasificación antes de reciclar o en el propio proceso de reciclado, o que influyen negativamente en la calidad del material reciclado.
En conclusión, las nuevas normas ISO ofrecen un marco voluntario pero aceptado de manera universal para asegurar la bondad del envase hacia medio ambiente. Con ellas se pretende armonizar la normativa vigente en el ámbito de packaging y medio ambiente de manera que los marcos regulatorios locales no sean barrera para la introducción de nuevos productos… Por tanto, la implantación de la serie ISO 1860x puede contribuir positivamente en los planes de internacionalización y exportación de productos.!
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